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Abstract

The Arizona mountain kingsnake, Lampropeltis pyromelana, is a species of tricolor kingsnake distributed in disjunct patches of montane habitat in the western United States. Historical range maps were based on a small number of specimens, and the growing body of locality data on this secretive species has enabled a significant update to its known distribution. Multiple sources of citizen science data were used to supplement traditional data sources to more accurately delineate the range of this understudied species. We used citizen science data, primarily from iNaturalist and state-initiated surveys in Nevada and Utah, to show that the contemporary distribution of this species is different than historically pur­ported—especially in Utah and Nevada. While there were some range reductions north of 40°N latitude, there were also many range extensions in areas where L. pyromelana has recently been documented. With additional survey effort, more populations will likely be found, further extending the known distribution. Importantly, our research provides further evi­dence that citizen science is an effective source of data that can be used in conjunction with data from museum collections and government agencies to best inform conservation decisions, especially for elusive species.


La serpiente rey de la montaña de Arizona, Lampropeltis pyromelana, es una serpiente rey de tricolor dis­tribuida en manchas disjuntas de bosques de alta elevación en el oeste de los Estados Unidos. Los mapas de distribución iniciales de la especie se han dibujado en función de un escaso número de especímenes, y el creciente cuerpo de datos de localidades sobre esta especie reservada ha permitido una actualización significativa de su distribución conocida. Se uti­lizaron fuentes de datos múltiples de ciencia ciudadana, para complementar las fuentes de datos tradicionales con el fin de delinear con mayor precisión la distribución de esta especie poco representada. Usamos datos de ciencia ciudadana, princi­palmente iNaturalist, y encuestas científicas de los estados Utah y Nevada, y mostramos que la distribución es diferente a la supuesta históricamente, especialmente en los estados de Utah y Nevada. Mientras hay algunas reducciones en el rango norte de latitud 40°N, también hay muchas áreas nuevas donde se ha encontrado L. pyromelana. Con más encuestas cientí­ficas, la existencia de otras poblaciones no documentadas es probable. Importantemente, nuestra investigación proporciona más evidencia de que la ciencia ciudadana es una fuente efectiva de datos que se pueden usar junto con los datos de las colecciones de los museos y las agencias gubernamentales para informar mejor las decisiones de conservación, especial­mente para las especies escurridizas.

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