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Abstract

Historically, desert bighorn sheep (Ovis canadensis mexicana) were prevalent throughout the Trans-Pecos region of Texas. However, they were extirpated by the 1960s due to unregulated hunting, habitat loss, predation, and disease transmission from livestock. Restoration efforts have been successfully conducted by the Texas Parks and Wildlife Department to increase population numbers of resident (i.e., animals that currently populate a region of interest) desert bighorn sheep at Black Gap Wildlife Management Area (BGWMA) through the use of translocations. Because there is a lack of knowledge on alternative release methods for large mammal translocations, our goals were to monitor cause-specific mortality and postrelease survival of desert bighorn sheep translocated during 2017. Survival estimates of desert bighorn sheep were compared amongst resident, hard-released, and soft-released individuals throughout the study. In winter 2017–2018, we radio-collared and released 30 resident (8 M, 22 F) and 70 within-state-translocated (36 M, 34 F) desert bighorn to BGWMA. Of the 70 translocated individuals, 28 (12 M, 16 F) were hard released (i.e., released immediately onto the landscape) and 42 (24 M, 18 F) were soft released (i.e., released into an enclosure before onto the landscape). Resident desert bighorn had the highest probability of survival over time (Ŝ = 0.83), followed by hard-released (Ŝ = 0.67) and then soft-released (Ŝ = 0.54) individuals. To date, 26 mortalities (13 M, 13 F) were recorded. Of those mortalities, 4 were residents (15%), 6 were hard released (23%), and 16 were soft released (62%). The soft release is thought to be a better strategy for translocating large mammals; however, in this study, it did not improve survival. Survival is potentially influenced by acclimation time and individual exit strategy from the soft-release pen, which should be managed for future restoration efforts. Incorporating a flushing-method exit strategy would aid in removing soft-released individuals from the high-fenced pen simultaneously and may increase survival estimates. This could potentially allow individuals to form larger groups when exiting the enclosure and entering the new habitat. The soft-release method is also more costly to implement, which could be challenging for wildlife managers.


Históricamente, el borrego cimarrón del desierto (Ovis canadensis mexicana) fue una especie prevalente en toda la región Trans-Pecos de Texas. Sin embargo, la población fue extirpada en la década de 1960 debido a la caza no regulada, la pérdida de hábitat, la depredación y la transmisión de enfermedades del ganado. El Departamento de Parques y Vida Silvestre de Texas ha llevado a cabo exitosamente el trabajo de restauración para aumentar el número de residentes (es decir, animales que actualmente habitan una región de interés) de borrego cimarrón del desierto en el Área de Manejo de Vida Silvestre de Black Gap (BGWMA, por sus siglas en inglés) mediante el uso de la translocación. Debido a la falta de conocimiento acerca de los métodos de liberación alternativos de translocación de grandes mamíferos, nuestro objetivo fue monitorear las causas específicas de mortalidad y supervivencia posterior a la liberación del borrego cimarrón del desierto, que fue translocado durante 2017. Se compararon las estimaciones de supervivencia entre individuos residentes, liberados de forma rápida y lenta a lo largo del estudio. Durante el invierno de 2017–2018, colocamos un radio-collar y liberamos a 30 residentes (8 machos, 22 hembras) y a 70 cimarrones del desierto translocados dentro del estado (36 machos, 34 hembras) a BGWMA. De los 70 borregos translocados, 28 (12 machos, 16 hembras) se liberaron rápidamente (es decir, los animales se liberaron inmediatamente al terreno) y 42 (24 machos, 18 hembras) se liberaron lentamente (es decir, se liberaron a un cerco antes que al terreno). El borrego cimarrón del desierto residente tuvo la mayor probabilidad de supervivencia a lo largo del tiempo (Ŝ = 0.83), seguida de aquellos que fueron liberados rápidamente (Ŝ = 0.67) y finalmente aquellos que fueron liberados lentamente (Ŝ = 0.54). Hasta la fecha, se registraron 26 muertes (13 machos, 13 hembras), de las cuales, cuatro eran residentes (15%), seis fueron liberados rápidamente (23%) y 16 fueron liberados lentamente (62%). Se cree que la liberación lenta es la mejor estrategia para trasladar a grandes mamíferos. Sin embargo, de acuerdo con este estudio, esto no mejoró la supervivencia. El resultado podría estar influenciado por el tiempo de aclimatación y la estrategia individual de salida del corral de liberación lenta, esto debe ser tratado en futuros esfuerzos de restauración. La incorporación de una estrategia de liberación como el método de flushing ayudaría a liberar simultáneamente a los individuos que salen lentamente del corral de cerca alta y podría aumentar la probabilidad de supervivencia. Lo anterior, potencialmente permite que los individuos formen grupos más grandes al salir del cerco y entrar al nuevo hábitat. El ejecutar el método de liberación lenta requiere de costos adicionales, lo que podría ser un desafío para los administradores de vida silvestre.

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