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Abstract

Animals that are exposed to environmental stressors may experience chronically elevated glucocorticoid (GC) levels, which can lead to deleterious effects such as immune and reproductive system suppression. Such effects are of special concern in rare species. We measured fecal GC concentrations in endangered San Joaquin kit foxes (Vulpes macrotis mutica) to assess stress responses in natural and urban habitats. Basal GC levels were significantly higher (P < 0.01) among urban foxes (5.3 ± 2.2 ng cortisol/g dry feces; n = 32) than among foxes in natural habitats (4.7 ± 0.5 ng cortisol/g dry feces; n = 179). In the natural habitat, potential stressors included predation risk, particularly in areas with shrubs where coyote (Canis latrans) abundance was higher. In the urban habitat, the primary stressors were anthropogenic disturbances (e.g., human activity, vehicles). Foxes in natural habitats exhibited acute stress responses when trapped, but exhibited similar mean GC levels between areas of high and low predation risk, suggesting adaptation to the presence of coyotes. Urban foxes did not exhibit acute responses when trapped, suggesting adaptation to the presence of humans. Stress responses based on GC levels indicated that foxes in both natural and urban habitats are habituated to the primary stressors in each habitat, thereby mitigating chronic stress.


Los animales que están expuestos a estrés ambiental pueden experimentar niveles muy elevados de glucocorticoides (GC), los cuales pueden provocar efectos nocivos, tales como la supresión del sistema inmunológico y reproductivo. Estos efectos especialmente preocupantes en especies raras. Medimos concentraciones GC en muestras de heces de crías del zorro de San Joaquín (Vulpes macrotis mutica), en peligro de extinción, para evaluar la respuesta al estrés en hábitats naturales y urbanos. Los niveles basales de zorros urbanos GC fueron significativamente mayores (P < 0.01) (5.3 ± 2.2 ng cortisol/g dry feces; n = 32) que de los zorros en zona natural (4.7 ± 0.5 ng cortisol/g dry feces; n = 179). En su hábitat natural, las posibles fuentes de estrés incluyen el riesgo de depredación, especialmente en las áreas arbustivas donde la presencia de coyote (Canis latrans) era mayor. En el hábitat urbano los principales factores estresantes fueron los disturbios antropogénicos (es decir, la actividad humana, el paso de vehículos, etc.). Los zorros en hábitats naturales presentaron respuestas de estrés agudo al ser capturados, pero mostraron niveles medios de GC similares entre las zonas de alto y bajo riesgo de depredación, lo que sugiere una adaptación a la presencia de coyotes. Los zorros urbanos no mostraron respuestas agudas cuando fueron atrapados, lo que sugiere adaptación a la presencia de humanos. Las respuestas al estrés basadas en los niveles de GC revelaron que los zorros en hábitats naturales y urbanos están habituados a las principales fuentes de estrés del hábitat al que pertenecen mitigando, de esta manera, el estrés crónico.

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