•  
  •  
 

Abstract

Black-tailed prairie dogs, Cynomys ludovicianus, now inhabit a small fraction of their original range in the Great Plains. We monitored a population of black-tailed prairie dogs at Scotts Bluff National Monument, Nebraska, from colonization in 1981 until 2009 (28 years). Colony boundaries were mapped by delineating clip lines and active burrows; population densities were estimated via visual counts. Estimates of total population size revealed 4 distinct periods of changing dynamics: (1) a linear increase, (2) a decline and prolonged depression, (3) an exponential increase, and (4) a period of high variability. Area occupied revealed similar, although less-defined trends, whereas densities fluctuated greatly (8–80 individuals · ha–1). Even after almost 30 years, this population remains relatively small. Decreases in the population may have been due, in part, to predation by badgers, although sylvatic plague cannot be ruled out. Black-tailed prairie dogs are recognized as keystone grassland species, and attempts are underway to reintroduce them to parts of their historic range. Our data suggest that black-tailed prairie dogs possess high potential for rapid population growth and decline, regardless of colony size. Therefore, either human-assisted or natural dispersal events may be important in establishing colonies in suitable habitat.


El perrito de pradera de cola negra, Cynomys ludovicianus, habita en una pequeña fracción de su distribución original en las Grandes Llanuras. Monitoreamos una población de perritos de pradera de cola negra en Scotts Bluff National Monument, Nebraska, por 28 años, desde la colonización en 1981 hasta 2009. Trazamos los límites de las colonias usando de referencia las líneas de ramoneo y las madrigueras activas, y estimamos la densidad de las poblaciones mediante un recuento visual. Los estimados de población total revelaron cuatro períodos distintos de dinámicas cambiantes: (1) un aumento lineal, (2) una disminución y depresión prolongada, (3) un aumento exponencial y (4) un período de alta variabilidad. El área ocupada reveló tendencias similares, aunque menos definidas, mientras que las densidades fluctuaron mucho (8–80 individuos · ha–1). Aún después de casi 30 años, esta población permanece relativamente pequeña. Los decrementos en la población pueden haber sido provocadas en parte por la depredación por tejones, aunque no se puede descartar como causa la plaga silvática. El perrito de pradera de cola negra se considera una especie clave de la pradera, y están en proceso esfuerzos por reintroducirlos en partes de su distribución histórica. Nuestros datos indican que los perritos de pradera de cola negra tienen alto potencial de crecimiento y disminución de su población, sin importar el tamaño de la colonia. Por lo tanto, los eventos de dispersión, ya sean naturales o con asistencia humana, podrían ser importantes para establecer colonias en hábitats adecuados.

Share

COinS