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Abstract

Native and nonnative vegetation mosaics are common in western rangelands. If land managers could better predict changes in the abundance of native and nonnative species following disturbances, maintenance of native plant cover and diversity may be improved. In August 2000, during suppression of a wildfire near Lewiston, Idaho, a backing fire burned canyon grassland plots. A previous study had recorded species composition and cover prior to the fire, so we were able to evaluate changes in species composition and abundance on established plots before and after the fire. Overall, summer burning had little effect on the grassland communities. Pseudoroegneria spicata recovered to prefire coverage by the third postfire year. In the third postfire year, cover of native and nonnative annual species was significantly greater on burned than unburned sites (P < 0.03). Bromus tectorum cover increased, as expected, on burned plots. Prefire and postfire cover values for Centaurea solstitialis were nearly equal, and there were no significant cover differences between burned and unburned plots in any year. As part of this study, we also evaluated changes in the cover of dominant native and nonnative species with respect to their prefire seral stage on burned and unburned plots. Because our sample sizes were small, we only report community-level trends but suggest that this type of community analysis could make for an interesting future study.


Los mosaicos de vegetación nativa y no nativa son comunes en los pastizales del occidente de Norteamérica. Si los administradores de tierras pudieran predecir mejor los cambios en la abundancia de especies nativas y no nativas después de las perturbaciones, se podría mejorar el mantenimiento de la cobertura y diversidad de las plantas nativas. En agosto de 2000, los remanentes de un incendio quemaron terrenos de pradera de cañón durante la supresión de un incendio cerca de Lewiston, Idaho. Un estudio previo registró la composición y cobertura de especies antes del incendio, por lo que pudimos evaluar los cambios en la composición y abundancia de especies en determinados terrenos antes y después del incendio. En general, las quemas de verano no afectaron mucho a las comunidades de pradera. Para el tercer año después del incendio, Pseudoroegneria spicata se había repuesto al nivel de cobertura que tuvo antes del incendio y la cobertura de especies anuales nativas y no nativas fue significativamente mayor (P < 0.03) en los sitios quemados que en los no quemados. Tal como se esperaba, la cobertura de Bromus tectorum aumentó en los terrenos quemados. Los niveles de cobertura de Centaurea solstitialis antes y después del incendio fueron casi iguales, y no hubo ninguna diferencia significativa en la cobertura de los terrenos quemados y la de los no quemados en ninguno de estos años. Como parte de este estudio, también evaluamos los cambios en la cobertura de especies dominantes nativas y no nativas con respecto a su estado sucesional previo al incendio en terrenos quemados y no quemados. Debido a que tuvimos un reducido tamaño de muestra, sólo reportamos tendencias a nivel de comunidad, pero sugerimos que esta clase de análisis de comunidades podrían servir como modelo para estudios interesantes en el futuro.

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