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Abstract

Islands provide refuge for many rare and endemic species but are especially vulnerable to invasion by nonnative species. Invasive alien species are a major factor in the imperilment and extinction of island biota. Biosecurity protocols are designed to prevent or quickly detect the transport of harmful nonnative species, with the goal of eliminating the high economic cost of invasive species removal and the biological cost of damage caused by nonnative organisms. Effective biosecurity protocols require a balanced approach to on-island monitoring, off-island surveillance and prevention practices, rapid response, and educational outreach. Here we use the biosecurity program on Santa Cruz Island, California, to illustrate how risk evaluation, program priorities, and funding constraints intersect to define programmatic scope. Santa Cruz Island land managers have chosen to invest in early detection programs such as remote camera trapping, off-island prevention and education, and rapid-response planning for rats and in on-island biosecurity to prevent the spread of the most harmful plant species. We suggest that biosecurity efforts will be more effective—as well as cost effective—as an archipelago-wide initiative than as a single-island program. A newly formed collaboration with managers of other California Islands is designed to enhance visibility of the biosecurity initiative and attract new funding sources. With the economy afforded by collaboration, we will expand our program and prioritize annual audits, augment educational programs, measure project success, and increase compliance with and effectiveness of biosecurity protocols.


Las islas proporcionan refugio a muchas especies poco comunes y endémicas, y son especialmente vulnerables a la invasión de especies no nativas. Las especies foráneas invasoras son un factor principal en el peligro y la extinción de la biota de la isla. Se designan protocolos de bioseguridad para prevenir, o rápidamente detectar, el transporte de especies no nativas dañinas con el objetivo de eliminar el alto costo económico de la eliminación de las especies invasoras y el costo biológico del daño causado por los organismos no nativos. Los protocolos de bioseguridad efectivos requieren un equilibrio entre el monitoreo en la isla, la vigilancia y las prácticas de prevención fuera de la isla, una rápida respuesta y un alcance educativo. Utilizamos el programa de bioseguridad en la Isla Santa Cruz, California, para ilustrar cómo la evaluación de riesgos, las prioridades del programa y las limitaciones de financiamiento se entrecruzan para definir el alcance del programa. Los administradores de recursos en la Isla Santa Cruz han elegido invertir en programas de detección temprana, como una cámara trampa remota, prevención y educación fuera de la isla, planificación de respuestas rápidas contra ratas y bioseguridad en la isla para prevenir la diseminación de las especies de plantas más dañinas. Pensamos que los esfuerzos de bioseguridad serán más efectivos—al igual que será mas eficiente en términos de costos—con una iniciativa que abarque todo el archipiélago, en lugar de ser un programa para una sola isla. Una colaboración recientemente formada con administradores de recursos de otras islas de California se ha diseñado para mejorar la visibilidad de la iniciativa en bioseguridad y atraer nuevas fuentes de financiamiento. Con los fondos que se obtuvieron de dicha colaboración, expandiremos nuestro programa y daremos prioridad a auditorías anuales, aumentaremos los programas educativos, mediremos el éxito de los proyectos y aumentaremos el cumplimiento y la efectividad de los protocolos de bioseguridad.

COinS