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Abstract

We explored the notion that small canals could be good experimental proxies of streams by documenting physiochemical parameters and macroinvertebrate community development in an aridland irrigation canal. Further, we tested the production-compensation hypothesis between benthic invertebrates and invertebrates in the water column (drift). If the hypothesis held, invertebrates in the drift would be low until the benthic carrying capacity was reached; then organisms in the drift would increase as individuals avoided overcrowded conditions in the substrate. In a small, naturalized freshwater canal, we sampled macroinvertebrates in the substrate and those in the drift once every 2 weeks over 170 days (May–October). We placed macroinvertebrates into functional feeding groups (FFG) and examined these groups along with total density and taxa richness. We found no density-dependent relationship either in FFG or total density between the benthos and invertebrates in the drift. Our negative results might indicate that the stream benthos did not reach carrying capacity (partially affected by adult emergence in the autumn), the invertebrate dynamics in the canal did not adequately represent those occurring in a natural stream, or the duration of our study was too short. However, the invertebrate community in the canal did follow community buildup patterns for small streams reported in the literature, and it also resembled the community in a nearby natural stream. We suggest that naturalized canals could be used as “mesocosms,” mimicking small natural streams, in which highly manipulative experiments could be conducted. In addition, the effects of temporary and permanent canals across the arid western landscape have been understudied and represent a new area of ecological research.


Exploramos la idea de que canales pequeños podrían ser buenas aproximaciones experimentales de los arroyos, documentando los parámetros fisicoquímicos y el desarrollo de la comunidad de macro-invertebrados en un canal de riego en tierra árida. Además, probamos la hipótesis de producción-compensación entre los invertebrados bentónicos y aquellos que se encuentran en la columna de agua (a la deriva). Si la hipótesis es apoyada, el número de invertebrados a la deriva sería bajo hasta que se alcanzara la capacidad de carga bentónica. Entonces los organismos a la deriva podrían aumentar en número, ya que los individuos evitarían condiciones de hacinamiento en el sustrato. En un canal naturalizado de agua dulce pequeño, tomamos muestras de macro-invertebrados en el sustrato y de aquellos a la deriva una vez cada 2 semanas durante 170 días (de mayo a octubre). Colocamos macro-invertebrados en grupos de alimentación funcional (FFG) y examinamos estos grupos junto con la densidad total y la riqueza de taxa. No encontramos ninguna relación denso-dependiente entre los organismos bentónicos y aquellos a la deriva, ya sea en FFG o en las densidades totales. Nuestros resultados negativos podrían deberse a: los bentos de los arroyos no alcanzaron la capacidad de carga (en parte afectados por la emergencia de individuos adultos durante el otoño), la dinámica de los invertebrados en el canal no representa adecuadamente a aquellos en un arroyo natural, o la duración de nuestro estudio fue muy corta. Sin embargo, el canal siguió los patrones de desarrollo de la comunidad en los pequeños arroyos descritos en la literatura, y la comunidad de invertebrados se asemejaba a la de un arroyo natural cercano. Sugerimos que los canales naturalizados puedan ser utilizados como “mesocosmos,” que imiten pequeños arroyos naturales en los que puedan llevarse a cabo experimentos altamente manipulables. Además, los efectos de los canales temporales y permanentes en todo el paisaje árido del oeste no han sido ampliamente estudiados y representan una nueva zona de investigación ecológica.

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