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Abstract

Understanding factors that influence recruitment can improve wildlife conservation. Endangered black-footed ferrets (Mustela nigripes) rely on prairie dogs (Cynomys spp.) for food and on prairie dog burrows for shelter. We hypothesized that younger female ferrets with greater densities of prairie dogs in their core use area and fewer adult ferrets in their respective prairie dog colony, would produce more kits due to age-dependent productivity, increased food resources, and decreased competition. We used generalized linear mixed-effects regression and Akaike’s information criterion adjusted for sample size (AICc) to rank models relating adult female black-footed ferret litter size (range 1–7 kits, n = 24 litters) to female age, core area density of prairie dogs, and adult ferret densities from 3 sites in the USA, 2005–2008. We included year and site as random effects in all models. We observed great model uncertainty; the null model was most supported and received 44% of model weight (ω). The next best-supported model included ferret density only (ΔAICc = 1.55, ω = 0.20). Ferret density may not have been great enough to negatively affect prey acquisition and litter sizes. Mean litter size did not vary among female ages, but inference was limited because only one individual was >3 years old (= 2.13 years, SD = 0.99). All adult females produced kits, suggesting that the observed minimum prairie dog density in ferret core use areas (12.3 individuals · ha–1) was above a threshold of minimal prey abundance for reproduction. Our findings support previous selections of reintroduction sites as those meeting minimum resource needs of individual ferrets for reproduction. Future selections of reintroduction sites may become more difficult if the number of areas with the minimum necessary prairie dog density decreases due to disease and reductions in habitat availability.


El comprender los factores que influyen en el reclutamiento puede mejorar la conservación de la vida silvestre. El hurón de pies negros (Mustela nigripes), que se encuentra en peligro de extinción, se alimenta de perritos de la pradera (Cynomys spp.) y utiliza sus madrigueras para protegerse. Proponemos la hipótesis de que los hurones hembra jóvenes con mayores densidades de perros de las praderas en su zona núcleo de actividad, y con menores hurones adultos en su respectiva colonia de perros de las praderas, producirán más crías debido a la productividad dependiente de la edad, a la disponibilidad de más alimento y a menor competencia. Utilizamos modelos lineales generalizados mixtos y el Criterio de Información de Akaike, que se adaptó al tamaño de la muestra (AICc), para clasificar los modelos que relacionan el tamaño de la camada de las hembras adultas (promedio: 1–7 crías, n = 24 lechos) con la edad de las hembras, la densidad en la población de perritos de la pradera en la zona núcleo, y las densidades de la población de hurones adultos de tres lugares de los Estados Unidos de América (EE. UU.), entre los años 2005 y 2008. En todos los modelos incluimos el año y el lugar como efectos aleatorios. Observamos que hay una gran incertidumbre en relación con los modelos; el modelo nulo fue el más apoyado y recibió el 44% de apoyo relativo (ω). El siguiente mejor modelo sólo incluyó la densidad de la población de hurones (ΔAICc = 1.55, ω = 0.20). Es posible que la densidad de la población de hurones no haya sido lo suficientemente elevada como para afectar la obtención de presas y el tamaño de camadas de manera negativa. El tamaño medio de camada no presentó variaciones entre hembras de distintas edades, pero la inferencia fue limitada debido a que sólo un individuo de la especie era mayor de 3 años (promedio = 2.13 años, SD = 0.99). Todas las hembras adultas tuvieron crías, lo cual sugiere que la densidad mínima de 12.3/ha en la población de perritos de la pradera, que se observó en las áreas de influencia de los hurones, estaba por encima del umbral de abundancia mínima de presas para la reproducción. Nuestros hallazgos confirman la selección previa de sitios de reintroducción, que cumplen con las necesidades mínimas de recursos que los hurones necesitan para reproducirse. La futura selección de sitios de reintroducción puede resultar más difícil si la cantidad de áreas con la densidad mínima necesaria de población de perritos de la pradera disminuye debido a enfermedades y a menor disponibilidad de hábitat.

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